LA POSIBILDAD DE UNA ÉTICA ADMINISTRATIVA
La ética administrativa implica
la aplicación de principios morales al desempeño de los funcionarios en las
organizaciones. En la forma que mas nos interesa aquí, es una especia de ética
política, que aplica los principios morales a la vida política, en términos
generales los derechos y debers que los ciudadanos deben respectar cuando
actúan en formas que pueden afectar seriamente al bienestar de otras personas y
de la sociedad.
Los principios
morales exigen una perspectiva desinteresada, en lugar de pregunta como una
acción o una política sirve al interés de una persona o grupo particular exige
que sea de utilidad para toda la sociedad sin importar la raza, clase social o
nacionalidad.
De este modo, la ética refuerza
la gran virtud de la organización: s capacidad de servir a todo objetivo
social, cualesquiera que sean los fines que favorezcan las personas que se
encuentran dentro de ella.
La ética de la estructura
Afirma que aun si los
administradores pueden tener cierto espacio para hacer un juicio moral
independiente, no se les puede hacer moralmente responsables de la mayor parte
de decisiones y políticas del gobierno.
Su responsabilidad moral y
personal sólo abarca los deberes específicos de su propio cargo, por los cuales
también son legalmente responsables. El juicio moral presupone una dependencia
moral. El principal problema moral es saber qué era lo correcto y no quién lo
hizo.
Los partidarios de la
ética de la estructura presentan tres argumentos para negar la posibilidad de
atribuir responsabilidades individuales en las organizaciones y, por tanto,
socavar la posibilidad de la ética administrativa, estas son:
Se
arguye que ninguna persona es causa necesaria o suficiente de ningún resultado
de una organización.
Señala
la brecha que hay entre la intención individual y los resultados colectivos.
Los motivos personales de los funcionarios son inevitablemente diversos.
Señala
los requisitos de cada función. Los deberes del cargo y las rutinas de las
grandes organizaciones exigen acciones individuales que, aunque son inofensivas
en sí mismas o has en algún sentido obligatorias, se combinan para producir
decisiones y políticas nocivas de la organización.
Thompson , D. F. (1985). XLIII La
posibilidad de una ética administrativa. Washington, Estados Unidos.
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